Francisco de Garay

Obtuvo permiso de la Corona para colonizar los alrededores del río Pánuco, pero sus expediciones fracasaron.

Durante su estancia residió en la casa del Cordón, sin embargo, a los pocos años estaba fuertemente endeudado con banqueros genoveses.

Subsecuentemente sirvió como alguacil mayor de la Española y alcalde del fuerte Yáquimo.

Después de dar parte a Garay, retornó inmediatamente al río Pánuco para establecer una colonia.

Garay, basándose en el reconocimiento realizado por Álvarez de Pineda, buscó aprobación real para colonizar Amichel.

Garay, quien creía que las expediciones previas enviadas al área estaban intactas y prosperando, esperaba expandir el fuerte de Camargo a una colonia.

Aunque Francisco de Garay nunca puso pie en Tejas, su nombre ha sido frecuentemente relacionado con la historia del estado por error.

En realidad, después que vientos contrarios empujasen sus embarcaciones a más de 160 kilómetros al norte de su objetivo original, Garay desembarcó en la desembocadura del río Soto la Marina, unos 240 kilómetros al sur del río Grande.

Anclando fuera de la actual Boca Chica, Garay envió una pequeña expedición río arriba para seleccionar una ubicación adecuada para su nueva capital y para hacer contacto con Camargo.

Rechazando el consejo de sus oficiales de establecerse ahí mismo, como Camargo antes que él, Garay decidió dirigirse hacia el Sur con el objeto de llegar a la Villa Rica de la Vera Cruz, pero lo haría por tierra, logrando ubicarse a orillas del río Pánuco, solo para encontrar que hombres de Hernán Cortés ya habían establecido control y fundado una ciudad llamada Santiesteban del Puerto (actualmente Pánuco), allí estos últimos compartirían información sobre lo que ocurría y aseverando a la gente de Garay que había grandes riquezas en un gran reino ubicado a muchas leguas tierra dentro, ello convenció a los recién llegados para unírseles.

Las expediciones de Garay fueron atacadas por los nativos huastecos.