Se le conocen ciento cincuenta cuadros, once retablos, cuatro custodias y una docena de tallas policromadas.
Es un buen ejemplo de este género no tanto por su calidad técnica pero sí por su riqueza iconográfica.
Al fondo, en la pared, hay un reloj de pesas con la frase Diminui vitam quelibet hora tuam.
Son los objetos asociados a los placeres y la riqueza frente al destino inexorable de la muerte, simbolizados por la vela encendida y la apagada que señala el ángel.
Cabe señalar también el distinto tratamiento lumínico, la luminosidad del lado derecho, donde se sitúa el ángel y la mesa de la vida, frente a la oscuridad de la mesa dedicada a la muerte.