A finales de 1959 se marcha a París, donde se reúne con antiguos compañeros de estudios: García Rossi, Moyano y Julio Le Parc.
Junto a sus compañeros funda el GRAV (Groupe de recherche d'Art Visuel o Grupo de Investigación del Arte Visual), que duraría seis años.
Durante los años 70 continúa investigando sobre el uso del movimiento en sus obras; esto quedará reflejado en series como la de “Libres dans al vent”, esferas unidas por una estructura metálica que ejecutan movimientos aleatorios.
Durante los 80 proyectará esculturas de metacrilato con células fotoeléctricas incorporadas que generan un movimiento giratorio.
Algunas obras tienen una dimensión arquitectónica que modifica el entorno y se presentan, por tanto, como susceptibles de modificar el carácter humano mediante la experiencia artística.