En 1856 se traslada a París donde amplió estudios y dos años más tarde gana una medalla en Roma por un retrato de Martín Lutero.
Más tarde evolucionó hacia el realismo, y en 1881 retrató para la Universidad de Barcelona a Alfonso XII con el hábito del Toisón de Oro.
Al ser derrocada Isabel II, Sans se traslada a Gerona.
En 1873 se nombra a Sans director del Museo del Prado, donde se dedicó a restaurar obras antiguas.
Durante su mandato el museo recibió las Pinturas negras, de Goya, restauradas por Salvador Martínez Cubells.