Francisco Sánchez Bautista

Era frecuente verle en tertulias literarias, conferencias, recitales y otras actividades vinculadas al mundo de la cultura.

Investigadores y críticos literarios como Gonzalo Sobejano, Leopoldo de Luis, Carlos Clementson, Juan Cano Ballesta, Miguel Espinosa, y Javier Diez de Revenga, entre otros, han glosado su obra.

Su poesía, en varias ocasiones, ha sido comparada con la de Miguel Hernández en tanto que ambos poetas poseen un nexo geográfico ya que Orihuela, cuna de Miguel Hernández, está muy próxima a Murcia y la temática y el objeto de sus poemas se desarrolla en medios comunes: el campo, la huerta, la dureza que sobrelleva la población y la adaptación de los ritmos vitales a las estaciones, entre otros aspectos concomitantes, han hecho que ambos sean definidos como poetas sociales del medio rural.

[5]​ Como buen clásico, a través de su mirada serena y sosegada, convierte al hombre en prolongación de la Naturaleza La dimensión más poética del autor la encontramos en obras como Encuentros con Anteo, Del tiempo y la memoria y Alto acompañamiento, obras todas ellas en las que rinde tributo a los escritores clásicos, unos clásicos que ya salieron al encuentro de Sánchez Bautista en sus tiempos infantiles, allá por los comienzos de la II República en los que comenzó a ir a la escuela y se puso en contacto con las letras.

[6]​ La tierra que celebra por serle tan amada se convierte en punto de partida en La sed y el éxodo, atalaya desde la que poeta observa lo universal y sustancial a la existencia misma del hombre.