El 25 de octubre, cuando Calleja partió de San Luis para pereseguir a los insurgentes dirigidos por Miguel Hidalgo e Ignacio Allende, la revolución en San Luis comenzó a organizarse de nuevo.
El 10 de noviembre, Rafael Iriarte se impuso en la plaza, los presos fueron liberados.
Iriarte le otorgó el grado de coronel y le encomendó saquear las haciendas de Pozo y de Solís, propiedad de los carmelitas.
[2] Se unió a las fuerzas de José Mariano Jiménez en Matehuala.
Después fue arrestado con los demás insurgentes en Acatita de Baján.