Real de Catorce

La vida del pueblo transcurrió en medio de la actividad de los mineros que extraían la plata, pero al continuar excavando toparon con un manto acuífero que al perforarlo inundó la mina.

Aunque se intentó continuar explotando el metal usando extractores y bombas de agua ya no fue posible y la mina fue cerrada, convirtiéndola así en un museo.

Éste nos muestra que la salud también era importante para los mineros, quienes fueron atendidos por el Dr. Manuel Rosales, médico retirado pero que en 2017 aún contaba la historia vivida en este lugar.

Posteriormente fue retomado como lugar turístico y reconstruido, manteniendo así una actividad turística en los recorridos que se ofrecen para visitar los diferentes atractivos como visitas a los matorrales del semidesierto, lugares sagrados para los Huicholes como (EL Quemado), recorridos a las minas, y vistas guiadas al museo de la primera casa de moneda fundada en México o las estaciones del tren que fueron construidas por el presidente Porfirio Díaz para su transportación y exportación de plata a España.

Después de la Revolución los emigrados catorceños empezaron, año tras año, a regresar a su viejo hogar y rendir homenaje al milagroso San Francisco de Asís, también conocido como "Panchito" o “El Charrito”, alimentando una tradición que se fue agrandando año tras año por cuenta exclusiva de la fe popular, hasta llegar a las colosales proporciones de su forma actual.

Calle Real.
Templo de la Purísima Concepción, donde se venera la imagen de "Panchito".