Francisco José Pérez y Fernández-Golfín

Vivió la guerra civil española siendo muy niño en Madrid y Barcelona, escapando providencialmente de la muerte en varias ocasiones.

En 1973 solicitó un traslado para atender mejor a sus padres, ya ancianos, y el cardenal arzobispo Vicente Enrique y Tarancón, lo nombró párroco de San Jorge, parroquia de nueva creación pero aún sin templo ni funcionamiento, cargo que desempeñó hasta 1983.

Durante estos años fue elegido arcipreste del arciprestazgo de San Agustín.

En este periodo conoció a Rafael Zornoza Boy, quien más tarde sería su secretario.

Junto con otras muchas responsabilidades, se ocupó especialmente en estos años del cuidado de los sacerdotes y religiosos.

El nuncio se lo comunicó de la siguiente manera: Esta afirmación reflejó la gran dificultad que supondría estructurar una diócesis tan extensa y con una población en constante movimiento por la emigración.

Designó a los primeros arciprestes y al rector del seminario mayor, Rafael Zornoza Boy.

Contó con la colaboración del ayuntamiento de Getafe, que ofreció una sede para el obispado, cercano a la catedral.