Habiéndose concertado su matrimonio con María de la Cruz Carrasco, se mudó a Piura en 1803, haciéndose, en 1805, heredero del mayorazgo correspondiente al Marquesado de Salinas convirtiéndose en un referente local.
Su patrimonio lo conformaban las haciendas Tangarará y Morropón en el actual departamento de Piura.
A través de compras y adquisiciones, hacia los años 1810 obtuvo prácticamente el absoluto control de la zona del valle del Chira.
Era un hombre con mucho poder del que se sirvió en reiteradas oportunidades para incrementar sus beneficios económicos mediante la injusticia y la ilegalidad.
[2] Dicho congreso constituyente fue el que elaboró la primera constitución política del país.