Francisco Javier Echeverría

Fue el tercero de los ocho hijos nacidos del matrimonio entre el acaudalado e influyente comerciante navarro Pedro Miguel Echeverría Meoqui (1758-1830) y su esposa María del Rosario Francisca Migoni Godoy (1760-1837), dama veracruzana dedicada a las labores domésticas.

Pero Echeverría, perspicaz e inteligente, no se limitó a los conocimientos necesarios en el ejercicio del comercio; culto, realizó lecturas útiles de economistas franceses.

El nuevo ministro, para despejar la haciendo, hizo entrar al fondo del T5 los vales de alcance, cuyos portadores prestaron además un 15% del importe de su papel, pagado todo por el mismo fondo.

Gracias a esto y a los cuantiosos suplementos que de su caudal hizo, logró poner algún orden en la hacienda, restablecer el crédito y mantener sin operaciones nocivas la administración del general Anastasio Bustamante, una de las más combatidas que ha habido en la república.

Sin pudor, desde la secretaría de Hacienda mezcló sus negocios privados con los asuntos públicos para incrementar su fortuna personal.

Reinaban la confusión, la anarquía, el desorden y prefirió retirarse a despachar sus asuntos personales.

Había muchas comisiones y asociaciones de beneficencia en México a las que Echeverría apoyaba económicamente.

Generosamente de su bolsillo salvó de la ruina a la segunda institución, que en verdad había concluido, y se elevó á la clase del primer establecimiento que en su género hay en el Nuevo Mundo.