Francisco Cristóbal Toro Correa

Los estudios iniciales los realizó con su abuela materna Josefa Flórez de Correa, llamada “La maestra Chepita”.

En 1909, debió asistir a la Primera Conferencia Episcopal de Colombia con este último.

Encabezó la Primera Peregrinación Colombiana que fue a Europa para visitar los santuarios de Lourdes y Turín y luego ir a Roma para encontrarse con el Papa.

En 1917, monseñor Toro Correa fue nuevamente trasladado, esta vez a la diócesis de Jericó, a la que se le anexó la diócesis de Antioquia, desde ese mismo año y por espacio de 25 años gobernó ambas jurisdicciones hasta 1941, cuando la Santa Sede decidió restaurar la antigua diócesis de Antioquia, suprimiendo la Prefectura de Urabá y anexándole las parroquias de Urrao, Caicedo y Anzá (que pertenecían a Jericó).

Al iniciar el año 1942, monseñor Toro Correa reabrió el seminario, que comenzó labores el 3 de marzo.