Francisco Chaperón
[1] Preso en Mataró durante buena parte del Trienio Liberal, dirigió la Superintendencia de vigilancia pública tras la vuelta al absolutismo en 1823 (década ominosa).Pío Baroja, en Juan Van Halen: el oficial aventurero (pg.66) dice de él que iba a las ejecuciones con uniforme y lleno de condecoraciones, y hasta tiraba de los pies a los ahorcados, información que podría haber tomado de la anónima Historia de la vida y reinado de Fernando VII de España, donde tal rasgo de crueldad se cuenta de la ejecución de Juan Federico Menage, a quien se había acusado de intentar envenenar las aguas de la Fuente del Berro destinadas al consumo de la familia real, por lo que antes de subir al patíbulo se le había amputado la mano derecha que tuvo colgando del cuello mientras duró la ejecución.[3] Chaperón también aparece como personaje en El terror de 1824 (1877) y Un voluntario realista (1878), dos de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.[4] En 1832 fue confinado en el Castillo de San Antón de La Coruña y, aunque el confinamiento no se le había levantado, en 1836 consta que estaba libre y en Madrid.