[1] Según Jaume Vicens Vives, Verntallat fue «el alma del movimiento remensa, y quien, con un innegable sentido del oportunismo, lo llevó al triunfo bajo Juan II y Fernando el Católico».[2] Por su parte César Alcalá destaca su papel militar pues gracias a su intervención durante la primera guerra remensa, «se consiguió formar compañías militares bien organizadas y disciplinadas».[7][8] Encabezó la rebelión campesina que en febrero de 1462 dio inicio a la primera guerra remensa.Su consigna fue «Monarquía, paz, justicia y concordia» y su propósito defender al rey para que pudiera dar «el derecho de la verdadera justicia a quien la tuviera» en el conflicto que mantenían los remensas con sus señores.[22] Finalizada la Guerra Civil Catalana, Juan II recompensó en 1474 a Verntallat por su apoyo con el título de vizconde d'Hostoles.[23][24] Pero por otro lado Juan II tomó las medidas necesarias para que los castillos y plazas fuertes que los remensas habían conquistado durante la guerra en su nombre les fueran devueltas a él o a sus señores.El rey expidió inmediatamente una provisión en la que les conminaba a pagar «exceptuados los malos usos».[26] Tras la guerra el núcleo revolucionario remensa en la Montaña no desapareció por lo que la tensión social continuó, como se pudo comprobar en el conflicto que enfrentó en 1475 al obispado de Gerona con sus remensas.Poco después el rey Juan II dictó una orden dirigida a Verntallat en la que le recordaba la obligación de pago de los censos y derechos debidos a los señores.[28] Al estallar la segunda guerra remensa en 1484 Verntallat no se sumó a la rebelión encabezada por Pere Joan Sala, que había sido lugarteniente suyo durante la primera guerra, y encabezó el sector moderado del movimiento remensa.
Placa Conmemorativa del 500 aniversario de la asamblea de
Amer
del 8 de noviembre de 1485 en la que los delegados de los remensas, entre los que se encontraba Verntallat, aceptaron el arbitraje del rey
Fernando II
en su conflicto con los señores feudales.