Fractura de astrágalo

[1]​[2]​ Generalmente está provocada por un traumatismo violento que indirectamente provoca hiperflexión dorsal del pie lo que ocasiona un impacto entre el borde anterior de la tibia y el cuello del astrágalo.

Representan el 6% de las fracturas que afectan al pie y alrededor del 1% del total de fracturas, por lo que se considera una lesión poco frecuente.

Al ser consecuencia de un traumatismo intenso, el pie suele encontrarse hinchado, adoptar un tono violáceo por la equimosis y presentar dolor importante que aumenta tanto para los movimientos de flexión y extensión como con los de pronación y supinación.

Es habitual la existencia de deformidad, sobre todo cuando los fragmentos óseos están desplazados.

La principal complicación es la necrosis avascular del cuerpo del astrágalo que puede tener importantes consecuencias y retrasar la curación completa o dejar secuelas permanentes.

Representación animada del pie izquierdo en la que se ve el astrágalo en color rojo