Fluoroscopia
En su forma más simple, un fluoroscopio consiste en una fuente de rayos X y una pantalla fluorescente entre las que se sitúa al paciente.Aunque los médicos siempre intentan usar dosis bajas de radiación durante las fluoroscopias, la duración de un procedimiento típico resulta a menudo en una dosis absorbida relativamente alta para el paciente.Pocos meses después de este descubrimiento se construyeron los primeros fluoroscopios.Thomas Edison descubrió rápidamente que las pantallas de wolframato de calcio producían imágenes más brillantes, y se le atribuye el diseño y fabricación del primer fluoroscopio disponible comercialmente.Científicos y médicos ponían a menudo sus manos directamente en el haz de rayos X, lo que les provocaba quemaduras por radiación.[2] Debido a las limitaciones de la luz producida por las pantallas fluorescentes, los primeros radiólogos necesitaban realizar las exploraciones en habitaciones oscuras, acostumbrando previamente sus ojos para incrementar su sensibilidad a la luz.Al situarse tras la pantalla, el radiólogo recibía una dosis de radiación importante.De esta forma la imagen puede ser analizada con tiempo sin suministrar radiación innecesaria al paciente.Los primeros fluoroscopios consistían en una fuente de rayos X y una pantalla fluorescente entre las que se situaba al paciente.Cuando los rayos X atraviesan al paciente son atenuados en diverso grado a medida que interacciona con las diferentes estructuras internas del cuerpo, arrojando una sombra de las mismas sobre la pantalla fluorescente.La resolución temporal también es mejor respecto a los intensificadores de imagen, reduciendo la borrosidad por movimiento.Se compone principalmente de los siguientes elementos: plata, bismuto, cesio, torio, estaño circonio, tantalio y tungsteno.Típicamente se usa o aire o dióxido de carbono (CO2) aunque el dióxido de carbono se absorbe más fácilmente y tiende a producir menos espasmos.Esta difuminación temporal hace que se promedien varios cuadros de imagen.Adicionalmente, las fluoroscopias sufren los mismos inconvenientes que toda imagen de rayos X.Diversos estudios[5][6] han tratado de mejorar el procedimiento reduciendo la cantidad de radiación a la que se somete el paciente y a la que se expone el técnico mediante técnicas quirúrgicas.Otros[7] han apostado por modificar los protocolos empleados en la fluoroscopia convencional para disminuir el tiempo de exposición del paciente.