Mientras abre el ataúd de su esposo, Carson la encuentra y la acompaña hasta su asiento.
Después se descubre que Carson, Stephanie (una azafata) y el director de un sanatorio en Berlín son los verdaderos villanos.
Los villanos habían asesinado al esposo de Kyle para poder esconder los explosivos en el ataúd sin que los rayos X los detectaran.
Stephanie, presa del pánico, abandona a Carson y deja el avión.
En ese momento, Kyle detona el explosivo matando instantáneamente a Carson.
A la mañana siguiente, Kyle recibe unas disculpas por parte del capitán y los pasajeros.