La ejecución de estas tareas fue la única razón por la que los alemanes lo mantuvieron con vida.
Oscar Krasniansky del Consejo Judío Eslovaco lo mecanografió y tradujo al alemán.
Permaneció en Auschwitz hasta enero de 1945, cuando el campo fue evacuado ante la llegada del Ejército Rojo.
[12][13][14] Se puso a disposición como testigo en 1947 en el juicio de Auschwitz en Cracovia.
Sus declaraciones contribuyeron significativamente[15] a la condena de los acusados Hans Aumeier[N 1] y Maximilian Grabner.
El subcampo Monowitz, a 7 kilómetros (4,3 mi) del sitio principal de Auschwitz, era un campo de trabajo dirigido por la empresa alemana IG Farben, y no había crematorios allí.
[20] Müller brindó también su testimonio en Shoah, un documental francés del director de cine Claude Lanzmann estrenado en 1985.