[4] El paso del tiempo hizo que desapareciese la primera y se terminase por identificar a la segunda con ambos nombres o simplemente como Fiestas de San Juan.Cada cuadrilla sacrificaba un toro que anticipadamente se traía del monte Valonsadero, y como lo tenían en el barrio, los vecinos lo corrían enmaromado por las calles todo el día del viernes y también en la madrugada del sábado, en que le daban muerte vendiéndose a última hora por la tarde en una subasta pública los despojos.Los principales actos suprimidos son las romerías a San Juan de Duero y Santa Bárbara.Estas fiestas fueron declaradas de interés turístico internacional, y tienen una gran antigüedad.La ciudad se distribuye durante sus fiestas en "las doce Cuadrillas", cada una con el nombre de un Santo.El Domingo de Calderas, desfilan tras las Cuadrillas, realizando una "serpiente" multicolor al son de las Sanjuaneras y en la procesión del lunes, también acompañan a las Cuadrillas, dejando a un lado el aire festivo.- Peña El Bullicio: Ropa blanca, chaleco y fajín azules y su escudo es un capote con un toro negro saliendo de un bombo, sobre fondo azul, esta peña cuenta con local propio, donde se reúnen para comidas y cenas durante las fiestas.es la única peña que tiene su propia orquesta durante todas las fiestas.- Año 1948 a 1950: “Panda del Trébol”: unas veces iban vestidos de piñorros sorianos, con sus instrumentos musicales y otras con pantalón azul marino, camisa escocesa, pañuelo y faja roja con trébol verde.Hasta su difusión en el siglo XX, en San Juan se cantaban coplas populares.[7] Pasada la guerra, los dos músicos van añadiendo casi todos los años una creación hasta que en 1965 suman ya 26 canciones, la mayoría pasodobles, aunque entre los ritmos también hay valses y jotas, que hablan de las fiestas y sus días.A ellas se une El día del Lavalenguas escrita por C. D. Rocha y que está completamente olvidada.[9] Finalmente hay que añadir las canciones (o himnos) de las peñas, algunas también muy conocidas como la del Desbarajuste.La parte superior del cuerpo va recubierta con un jubón, y sobre él un rico y colorista mantón de merino (lana muy fina), en el que no faltan bordados motivos vegetales o animales.Esta fecha, víspera del jueves La Saca, se añadió por primera vez en el año 1956.En la siguiente dirección se puede consultar el Calendario Sanjuanero de los días festivos.Los toros eran conducidos desde Valonsadero por las Camaretas al Cañuelo, por la Huerta de la Muerte, atravesaban el barranco de los toros y entraban en la ciudad por la Puerta de Valobos, rodeaban la iglesia del Espino y por la calle del Pósito llegaban a la Plaza Mayor donde eran encerrados en los toriles situados tras el Arco del Cuerno, por el cual los toros volvían a salir a la plaza en las corridas.[11] Los doce novillos con su cachirulo, uno para cada cuadrilla, se lidian, por la mañana seis y por la tarde los otros seis, en una festejo taurino muy poco ortodoxo, con el callejón abarrotado de público e incluso algunos sentados en el estribo.También intervienen en los descansos las charangas las de las peñas, por lo que se reúnen a lo largo del tendido 18 conjuntos musicales.[12] Tradicionalmente por la mañana del sábado se corrían los toros enmaromados por las calles de cada Cuadrilla, al igual que el día anterior, hasta darles muerte frente a la casa del Mayordomo o Jurado.Por la tarde se realiza la subasta de los despojos del toro en los doce barrios: cuernos, cabeza, patas, lomos e incluso botas de vino decoradas que llegan a obtener grandes pujas.Humor del bueno, vino a raudales, alegría, bailes charangas y gaiteros con sanjuaneras animando la subasta.El reparto de la Caldera ha sido sustituido por pinchos y viandas preparadas por la Jurada.Por la tarde se baja hasta la pradera de San Polo junto al Duero a merendar y bailar.Después de este acto los jurados entrantes preguntan a los vecinos si quieren que se celebren las fiestas; una vez que estos muestran su conformidad, la Cuadrilla reparte bacalao, queso y vino durante toda la tarde, con el acompañamiento de dulzaineros o charangas.Hasta comienzos del siglo XXI, los toros se traían a los corrales de Valonsadero un día entre semana.[13] Consiste simplemente en presenciar cómo se descargan del camión al corral los novillos que serán los protagonistas de las fiestas de San Juan, aunque los sorianos aprovechan para pasar una jornada en el monte, donde las peñas instalan sus bares.Por lo tanto ambas manifestaciones festivas se equiparaban en aquellos momentos y probablemente sucediese así durante mucho tiempo.La fiesta es ocasión para correr a los toros en Cañada Honda y que los mozos más osados animados por el vino de las botas que corre en abundancia, intenten, y, en muchas ocasiones, consigan “lavar la lengua” con vino a los novillos, a costa muchas veces de algún que otro revolcón.Una vez que los doce novillos están sueltos, los sorianos, se van a merendar desperdigándose por todo el monte o quedándose en los chiringuitos hasta altas horas para empalmar con alguna de las verbenas que se celebran en Soria por la noche.Las cuadrillas y la población en general partían en romería, andando, en caballerías, en carros o coches adornados desde la plaza Mayor a Valonsadero para la compra oficial del toro que en la actualidad no es otra cosa que la elección por orden determinado mediante sorteo.
Domingo de Calderas
San Pedro rindiéndole pleitesía a la Virgen en la mañana del lunes de Bailas.