Se levantó esta ermita en el paraje conocido como "Eras de Santa Bárbara".
Se cubre con cubierta de madera y tiene espadaña a los pies.
Durante la Guerra Civil, la Ermita de Santa Bárbara se utilizaría como prisión.
En este lugar fusilaron los franceses a un niño de 12 años que dio muerte con su cuchillo a un soldado francés, como sucedería también con Pericón, que se enfrentó solo a un escuadrón de coraceros imperiales y cuyo cuerpo pendería de la picota varios días.
En el interior se conserva un austero retablo cuyo autor fue el flamenco Juan de Borgoñón.
Este retablo, de pequeño tamaño, se encuentra empotrado en un nicho en el altar.