Fue un niño que desde los primeros años mostró inclinación hacia la música; a los 11 once años ingresó a la Banda de Música del 2° Batallón de Zacatecas, bajo órdenes del General Jesús González Ortega, siendo dirigida por el maestro Juan Nepomuceno Rosales, que le asignó por instrumento el corno francés.
Formó en 1880 de una orquesta con la cual adquirió fama como las mejores del país, ya que hizo fama por la que podían llegar a Zacatecas compañías notables, pues ahí estaba una buena orquesta con su compositor.
[2] En el invierno de 1891, Villalpando perdió contra su amigo y pariente, el compositor Genaro Codina, un reto que se pusieron para componer una marcha donde sus amigos y parientes serían los jueces.
[3] En 1892, puso empeño en editar una publicación musical, donde se dieran a luz piezas para canto, para piano, para orquesta, para banda y combinaciones de instrumentos, misma que nombró la “Lira Zacatecana” para lo cual estableció un taller completo de litografía en su casa.
Cuando falleció le fue tocada en su funeral, la marcha fúnebre de su autoría, por quienes habían estado bajo su dirección musical en la orquesta.
Dedicada a don Porfirio Díaz, para grande orquesta, es la obra más acabada y esmerada.