Escribió Julián Marías que había conocido a Fernando Sainz Martínez de Bujanda durante la guerra civil: Éramos los dos soldados del ejército republicano, él “miliciano de la cultura” en Artillería; yo en servicios auxiliares: cuartel, guardias, trabajos diversos de traducción (...) Fernando era granadino, unos meses más joven que yo, alegre, ingenioso, divertido.
[2] María Teresa había regresado antes a Madrid, en 1948, y recuperado su plaza de inspectora.
Fernando Sainz Martínez de Bujanda se casó con Pilar Moreno antes del fin de la guerra, y tuvo cuatro hijos: Pilar, Fernando, Elena y Javier.
En esta línea publica en fecha tan temprana y difícil como 1945 en la Revista de Derecho privado, un largo artículo titulado “Concepto y contenido del Derecho Financiero”.
Antes y después, la misión y la vocación del maestro fue la formación de sus discípulos, quienes han llegado a formar una escuela presente en la mayoría de universidades españolas.
Como ha destacado con precisión y elegancia Carlos Palao Taboada, Don Fernando tuvo la gran satisfacción de presenciar el enorme éxito de la empresa en la que puso sus mayores esfuerzos e ilusiones, la sólida implantación del Derecho financiero y tributario como disciplina científica.
Este éxito ha superado ampliamente sus máximas aspiraciones...[8] En los últimos años de su vida, como describió Marías, invadió a Sainz de Bujanda un pesimismo cósmico, un desaliento que afectaba a todo y que no conseguía entender bien.
Vio con preocupación el proceso autonómico, cuyo desarrollo creía incompatible con su idea de España.