Debido a sus relaciones personales, en política ocupaba un puesto en el comité del Partido Conservador de su localidad natal.
[3] Desde finales del siglo XIX colaboró con el periódico integrista El Pueblo Católico de Jaén, que lo definió como «uno de esos hombres (...) que a pesar y por lo mismo de tener posición independiente, título nobiliario, brillante juventud, no se satisface con los goces que estas cualidades pueden prestar a la vida del cuerpo, sino aspiran a más, y buscando los goces del espíritu, estudian, escriben, propagan sus ideales, luchan».
[8] Según El Siglo Futuro, diario del que fue constante suscriptor, el conde del Prado «odiaba el error liberal, y a pesar de su elevada posición, nunca estuvo afiliado a centros que por sus fines pudieran albergar los errores liberales».
[6] Se casó con Luisa Dávila Ponce de León y Pérez del Pulgar, con quien no tuvo descendencia.
[10] El título de conde del Prado quedó vacante hasta el año 1950, en que sucedió en el mismo su sobrino José María Muñoz-Cobo y García.