Fue adelantado mayor de la frontera de Andalucía y notario mayor de Andalucía; ocupó los cargos de embajador ante la Santa Sede y vicario general en Italia en tiempos de Urbano VIII; fue sucesivamente virrey de Cataluña, Nápoles y Sicilia, así como gobernador de Milán.
Murió en 1637 en Villach, de camino a una misión diplomática en Colonia a la que le había enviado el rey Felipe IV como plenipotenciario para negociar el fin de la guerra de los Treinta Años.
[1] Sus restos fueron trasladados a España y enterrados en el monasterio de la Cartuja de Sevilla.
[2] Como Brown y Kagan indican en su artículo The Duke of Alcalá: His Collection and Its Evolution, algunas de las obras que había ido coleccionando a lo largo de su vida fueron vendidas para pagar sus deudas y el resto fueron entregadas a familiares para que las colocaran en lugares privados de oración.
Lope de Vega le dedicó una comedia que tenía por título Lo cierto por lo dudoso.