Fernando Álvarez Rodríguez nació en Remolina, en la montaña oriental leonesa.
En 1928 fue nombrado provisor y vicario general interino de la diócesis.
[2] Estas peticiones han sido consideradas por algunos historiadores como excepcionales[3][4] en el panorama español de la época, más aún considerando que el clero leonés, con su obispo a la cabeza, era favorable al levantamiento militar.
Igualmente se mencionan diversas intervenciones del vicario a favor de otros imputados y condenados menos conocidos durante y después de la guerra civil.
[8] En 1938 es nombrado obispo de León Carmelo Ballester Nieto que trae como vicario general a José María Goy González, sacerdote natural de Astorga que fue vicario general en las diócesis de Calahorra, Santander, León y Vitoria.