Juan Rodríguez Lozano

Alcanzó cierta notoriedad cuando su nieto, José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno de España entre 2004 y 2011, declaró en numerosas ocasiones que fue la memoria de su abuelo ejecutado durante la Guerra Civil la que motivó sus convicciones políticas.

Ese año le fue concedida la medalla del Homenaje otorgada por el rey Alfonso XIII (concedida a todo aquel que la solicitase con el objeto de sumarse al reconocimiento de los ayuntamientos españoles a los monarcas).

[nota 2]​ Ya en León nació su hijo Juan (quien posteriormente sería el padre de José Luis Rodríguez Zapatero).

[18]​[19]​ En esta época se encontraba también vinculado al diario leonés La Mañana, un periódico fundado en 1928 por su cuñado, Isidoro García,[20]​ un indiano que había invertido en la prensa parte de su fortuna.

Consta, porque así lo afirmaron posteriormente sus superiores, que Rodríguez Lozano leía abiertamente en su acuartelamiento El Socialista, el órgano oficial del PSOE, hasta que se prohibió la entrada de prensa en los cuarteles.

En la carta, Rodríguez Lozano también se ofrecía a escribir sobre temas militares para el periódico, bajo pseudónimo o sin firma.

Su objetivo era prevenir acciones revolucionarias dentro del ejército, para lo que vigilaron a sospechosos de promover «cualquier explosión putchista».

Esta insurrección había sido impulsada por el PSOE y la UGT en toda España.

[27]​ Aunque en la provincia de León hubo algunos conatos insurreccionales, desorganizados y con escasos efectivos, fundamentalmente en las cuencas mineras, estos fueron rápidamente reducidos, lo que permitió utilizar las tropas estacionadas en la provincia en apoyo de las operaciones en Asturias.

[28]​ Mientras tanto, el coronel Vicente Lafuente Baleztena quedó como comandante militar en funciones de la plaza, permaneciendo en León.

Como consecuencia de los sucesos revolucionarios, El Socialista, órgano del PSOE, fue clausurado y sus locales en Madrid registrados.

En los registros apareció la carta que el capitán Rodríguez Lozano había remitido meses antes a su director, Julián Zugazagoitia.

Sus superiores, el general Bosch y el coronel Lafuente Baleztena, declararon que, aunque la conducta militar del capitán era favorable, su simpatías socialistas eran «incompatibles con su profesión y condición militar» por lo que creían «conveniente su separación» del ejército.

Inicialmente el auditor de la VIII División Orgánica y el fiscal jurídico militar denegaron su solicitud, interpretando que la amnistía solo aplicaba a delitos y no a las faltas militares («... siendo el hecho corregido falta no procede aplicar dichos beneficios en este caso ya que el hecho corregido no constituye siquiera una falta común sino una falta militar grave que si por su carácter de falta no está incluida en la ley invocada, su esencia militar la sustrae al aspecto político o social necesario a los delitos perdonados en dicha Ley»).

El aeródromo fue tomado también por los sublevados, los cuales sofocaron sin gran dificultad la resistencia de los trabajadores concentrados en la Casa del Pueblo.

Allí compartió celda con los dirigentes políticos y sindicales del Frente Popular detenidos al comenzar la sublevación.

[20]​ En agosto, el capitán Rodríguez Lozano fue juzgado en un consejo de guerra sumarísimo y condenado a muerte (la causa 386/36 instruida contra él, que debería encontrarse en el Archivo Intermedio Militar Noroeste, donde se encuentran los procedimientos incoados durante la represión contra los presos republicanos en Asturias, Cantabria, Castilla y León, Galicia, La Rioja y País Vasco, está desaparecida).

misericordia máxima para Letrado Señor Barthe en sentencia dictada por Consejo de Guerra en juicio sumarísimo seguido en esta contra él y otros.

[71]​ El coronel Lafuente Baleztena, que en ese momento era el comandante militar de la plaza, remitió un telegrama cifrado al general jefe de la VIII División Orgánica la mañana del día 18 a las 10:55 con el texto «Comandante Militar León a General 8º División Día hoy fue ejecutada sentencia contra ese capitán Lozano y otros varios».

[70]​ Cinco días después, se desconocía aun en la zona republicana el destino del capitán Rodríguez Lozano.

[75]​ Asimismo estas palabras son citadas en la biografía oficial que el PSOE hizo en 2004 de su entonces secretario general.

[83]​ En una de las trincheras excavadas en el puerto, sus defensores grabaron en la piedra varias inscripciones, que aún se conservan: «Trinchera del capitán Lozano / Tira bien miliciano / Defiende a la República / 16-9-36», «AVAJO [sic] EL FASCIO», «UHP».

[90]​ Desde medios periodísticos opuestos al Gobierno se intentó desacreditar el relato que hizo su nieto sobre la figura del capitán Rodríguez Lozano, muchas veces con el objeto declarado de cuestionar la política presidencial en torno a la «memoria histórica».

Así, por ejemplo, los periodistas Isabel Durán y Carlos Dávila publicaron en noviembre de 2006 La gran revancha.

A esta manipulación imperdonable no se recatan de añadir juicios peregrinos cuando hablan sobre instituciones o personas, rayando irremisiblemente la difamación más deplorable.

[..] se va a León capital, donde es detenido porque esa ciudad ya era nacional»;[95]​ «cuando empieza el Alzamiento, lejos de incorporarse al frente republicano a 2 km del pueblo dónde él pasaba las vacaciones con su mujer, el 18 de julio de 1936, se vuelve a León dónde ya habían tomado León las tropas nacionales»;[100]​ «una vez estallada la Guerra Civil, no se incorporó al frente republicano situado en las inmediaciones del pueblo leonés en el que se encontraba de vacaciones, sino que regresó a León capital, donde ya estaba instalado el Ejército de Franco»;[97]​[nota 19]​ que su muerte no se debió a mantenerse fiel al gobierno establecido o sus simpatías izquierdistas, sino a que los sublevados «no se fian del abuelo de Zapatero, es detenido y posteriormente fusilado»;[95]​ «[Rodríguez Lozano] fue apartado de la disciplina castrense por su ofrecimiento al PSOE como "agente de información y de recluta"» (aludiendo a la causa en la que se le juzgó tras encontrarse la carta que el capitán Rodríguez Lozano envió a El Socialista en 1934, por la que fue expedientado y pasado a la reserva);[98]​[nota 20]​ o que fue expulsado del ejército en 1935 por ser «agente doble».

Molins no tomó parte de la insurrección, sino que escribió su obra con los testimonios obtenidos en una visita tras los sucesos revolucionarios.

[110]​ Tanto Molins como Grossi mencionan en varias ocasiones a los Regulares y a la Legión como responsables de la mayor parte de las atrocidades cometidas por las fuerzas gubernamentales durante la lucha contra los revolucionarios.

[120]​ Quevedo volvió a repetir la historia en 2006, identificando esta vez claramente al comandante del grupo como el capitán Rodríguez Lozano y manifestando que tales prácticas fueron comunes por su parte durante la Guerra Civil.

Alusiones despectivas al presidente José Luis Rodríguez Zapatero y al capitán Rodríguez Lozano (la frase «Zapatero, vete con tu abuelo») fueron habituales en las manifestaciones que, durante la VIII Legislatura, se convocaron en contra del gobierno,[122]​[123]​[124]​[125]​ así como en cualquier ocasión en la que el entonces presidente aparecía en público.

Vista de Alange , en Badajoz, donde nació Juan Rodríguez Lozano en 1893.
Juan Rodríguez Lozano ingresó en la Academia de Infantería de Toledo en 1913.
Portada de El Socialista el 18 de julio de 1936. La carta remitida en febrero de 1934 por el capitán Rodríguez Lozano a Julián Zugazagoitia , director del periódico oficial del PSOE, ofreciéndose para colaborar bajo pseudónimo en temas militares, hizo que fuese juzgado, dado de baja en su destino y pasado a la reserva en condición de «disponible forzoso».
El general Eduardo López Ochoa en 1930. El general fue el responsable de sofocar la Revolución de Asturias . Sus métodos y su voluntad de minimizar el derramamiento de sangre le granjearon la enemistad del general Franco , asesor del ministro Diego Hidalgo , y del coronel Yagüe , que operó en Asturias al frente de tropas de Regulares y la Legión .
Mapa parroquial del concejo de Lena. El capitán Rodríguez Lozano salió de León el 12 de octubre en dirección a Camponanes, población cabecera de la parroquia homónima en el concejo de Lena, en la carretera de León a Oviedo. El 14 de octubre el grupo de reconocimiento que comandaba fue atacado por los revolucionarios en Ronzón (parroquia de Castiello, también en Lena). Permaneció los días siguientes en Vega del Rey, también en Castiello. El 18 de octubre, participó en la ocupación de Pola de Lena, cabeza de la parroquia del mismo nombre, y Ujo, ya en el concejo de Mieres. La columna de Rodríguez Lozano entró en Mieres al día siguiente.
Diego Martínez Barrio , líder de Unión Republicana , presidente de las Cortes e interino de la República entre el 7 de abril y el 10 de mayo de 1936 recibió una petición por parte del comité del Frente Popular de León para que el capitán Rodríguez Lozano fuese nombrado jefe de la Guardia de Asalto de León. El presidente en funciones remitió la misiva al Ministerio de la Gobernación .
Puente Ingeniero Carlos Fernández Casado sobre el embalse de Barrios de Luna. Este puente se encuentra a la altura de San Pedro de Luna, localidad inundada en 1956 con el llenado del embalse. Los cuñados de Juan Rodríguez Lozano residían en dicha localidad, en la que se encontraba de vacaciones el capitán Rodríguez Lozano al estallar la sublevación del ejército de África.
Archivo Histórico Provincia de León. Desde antes de la Guerra Civil había funcionado como prisión. Fue usada como prisión militar durante la Guerra y fue el primer lugar donde estuvo recluido el capitán Rodríguez Lozano.
Hostal de San Marcos de León. Al estallar la Guerra Civil era una remonta del Ejército y sirvió de prisión militar durante la Guerra y primeros años de la posguerra. El capitán Rodríguez Lozano, tras estar recluido unos días en la prisión de Puerta Castillo fue trasladado a San Marcos, donde permaneció hasta su ejecución.
El Archivo General de la guerra civil española, con sede en Salamanca, alberga los archivos del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, el cual instruyó un sumario contra el capitán Rodríguez Lozano en 1946, diez años después de su ejecución.
Detalle de la inscripción en el monumento en honor del capitán Rodríguez Lozano, en el alto de Aralla, Sena de Luna, junto a los restos de una trinchera de la Guerra Civil en la que se le recordaba:
Muero inocente y perdono... Mi credo fue siempre un infinita ansia de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes.
Monumento erigido en 2001 en honor del capitán Rodríguez Lozano en el alto de Aralla, donde se encuentran los restos de una trinchera construida por milicianos republicanos en 1936-37. Aunque no combatió ahí, los defensores de la trinchera inscribieron su nombre en ella a modo de homenaje.
Cueto de San Mateo desde La Pola de Gordón. Juan Rodríguez Lozano se encuentra profundamente unido a La Pola de Gordón. Allí se trasladó de niño, tras la muerte de su padre, conoció a la que luego sería su esposa y es donde fue enterrado por su familia. También existe allí una calle en su nombre.
José Luis Rodríguez Zapatero, nieto de Juan Rodríguez Lozano ha recordado frecuentemente su pensamiento y las circunstancias de su muerte. Esta exposición pública consiguió el conocimiento público de la figura del capitán Rodríguez Lozano pero también su utilización en la confrontación política con el entonces presidente.
En la imagen, mitin-celebración del triunfo electoral de José Luis Rodrígez Zapatero en las elecciones de 2008 en Alange, localidad natal de Juan Rodríguez Lozano. [ 91 ]
Manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo el 25 de noviembre de 2006 contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En esta manifestación se oyeron consignas de «Zapatero, vete con tu abuelo».