José Álvarez y Miranda

[2]​ Fue senador del Reino por el arzobispado de Burgos en la legislatura 1919-1920.

[4]​ Al igual tomó posición a favor del golpe de Estado de julio de 1936, la sublevación militar que dio origen a la Guerra Civil, pese a lo cual solicitó formalmente el indulto para varios condenados.

Todos los firmantes, incluido el obispo, fueron castigados con multas muy elevadas para la época, en concreto al obispo se le impuso por su osadía una multa de 10.000 pesetas.

Según dejó indicado en su testamento sus bienes fueron repartidos entre los pobres.

[9]​ A su muerte se hizo cargo de la diócesis D. Fernando Álvarez Rodríguez, como vicario capitular por sede vacante, hasta el conflictivo nombramiento de su sucesor Carmelo Ballester Nieto.