Ferdinand Frantz

La sustituta elegida fue la propia esposa de Frantz (Helena Braun), quien por este motivo y sin pretenderlo —pues había viajado hasta América con su marido, pero no tenía pensado cantar— hizo también su debut en la MET el 29 de diciembre, en un papel que ya había cantado numerosas veces en teatros europeos.

Ferdinand Frantz poseía una privilegiada e imponente voz de bajo-barítono, ideal para encarnar con la adecuada credibilidad los roles heroicos que Wagner había escrito para esa categoría vocal que él mismo creó y definió como de bajo alto o agudo (Hohe-Bass).

Y todo ello, combinado debidamente con una expresión más recogida, elegíaca, reflexiva y cuidadosa cuando la particella lo requería (véase, por ejemplo, su versión del famoso monólogo de Wotan en el acto II de Die Walküre).

En definitiva: si bien es cierto que su lectura del personaje de Wotan puede resultarle a muchos aficionados menos interesante porque introduce menor cantidad de matices expresivos que otros prestigiosos cantantes y porque su fraseo es, además, algo más expeditivo y rudimentario, ello tampoco da como resultado un personaje defectuoso, sino más juvenil, activo, impetuoso e irreflexivo.

Pero en los tres casos se está ante un personaje igualmente creíble desde el punto dramático y vocal.