Las faneras (del adjetivo griego φανέρα, phanérā: manifiesto, aparente) o anejos cutáneos[1] son estructuras complementarias y visibles anejas a la piel o que sobresalen de ella.
[3] Las faneras (o fanereos) están compuestas en un alto porcentaje por la proteína denominada queratina.
Así las escamas, plumas y pelo sirven básicamente como recubrimiento y protección tanto para evitar agresiones externas -temperatura, humedad, radiación solar- como para mantener estable el interior del cuerpo protegido.
Las glándulas exocrinas secretan sustancias que colaboran en el mantenimiento de la impermeabilización, la temperatura, el grado de humedad y la protección frente a parásitos y agentes externos.
Normalmente las faneras cumplen varias funciones, así las plumas no solo protegen sino que son fundamentales en el vuelo de las aves.