[1][2] El acuerdo ha sido señalado como un acto criminal, tanto por el modo en que fue tramitado sin cumplir los pasos legales, el uso que la administración de Macri dio al dinero, no contemplado en el acuerdo y prohibido por el Estatuto del FMI, y por la omisión de analizar las condiciones de sustentabilidad y repago.
[5] Las irregularidades del caso también son investigadas desde marzo de 2021, en forma independiente, por el Fondo Monetario Internacional.
El único aspecto que consideró positivo en ese momento, era el «bajísimo nivel de la deuda».
La revista Forbes cerró el año eligiendo al jefe de Gabinete, Marcos Peña, como el CEO del año y se preguntaba en tapa: «Su éxito ¿será el de la Argentina?»[11] Las perspectivas para 2018 eran muy buenas, con un crecimiento anual estimado en el 3.5 % del PBI, un aumento de 12 % para la inversión y una inflación que, se estimaba, iba a bajar del 24.8 % que tuvo en 2017, al 15.7 % para 2018.
[14] En ese momento el presidente Macri difundió un brevísimo mensaje grabado de tres minutos, explicando que el programa económico del gobierno se había apoyado en el financiamiento externo, y que dicho financiamiento estaba ahora comprometido, razón por la cual había «decidido iniciar conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para que nos otorgue una línea de apoyo financiero... y evitar una crisis como las que hemos tenido en nuestra historia».
[15] El anuncio sorprendió a la opinión pública, porque apenas dos años antes el Dujovne exigía no volver al Fondo («No volvamos al Fondo»), explicando que la política económica del gobierno de Macri estaba diseñada «para no volver al Fondo», hecho que recordaron ese día varios medios de comunicación.
Un mes después, el 7 de junio, se anunciaba que el FMI había concedido a la Argentina un crédito stand by por cincuenta mil millones de dólares, el más grande en la historia.
[21][22] En ese momento el ministro Dujovne anunció que el préstamo contenía una cláusula inédita para el FMI, que le permitía al gobierno argentino incumplir la meta establecida para el déficit fiscal.
También la Confederación General del Trabajo le hizo saber al FMI su oposición al préstamo y le anticipó que las condiciones del mismo causarían recesión y aumento de la inflación, en sentido radicalmente inverso a las metas establecidas en el acuerdo.
El enorme crédito del FMI, con su plan anexo, no lograron estabilizar la economía.
[27] La inflación, que el acuerdo preveía en un 27 % para 2018 y un 17 % para 2019,[28] llegó al 47.6 % en 2018 (la más alta en 27 años) y volvería a subir en 2019, alcanzando una tasa de 53.8 % e ingresando en una escala hiperinflacionaria.
Simultáneamente con la renuncia de Caputo y pese a los malos resultados del plan económico acordado en junio, el FMI concedió un nuevo crédito a la Argentina por siete mil millones de dólares, elevando la deuda total a cincuenta y siete mil millones, y aceptó adelantar al mandato presidencial de Macri las cuotas del crédito que estaban previstas para el mandato siguiente.
[33] Ese año solo siete países del mundo vieron reducir su PBI y el único país del mundo con un desempeño económico peor que Argentina fue Venezuela, que se encontraba económicamente bloqueada y sancionada por Estados Unidos.
El PBI per cápita se ubicó en 8952 €, un 33 % por debajo del punto más alto alcanzado en 2015 (13 465 €).
[43] En la misma fueron denunciados Marcos Peña y Luis Caputo por un bono emitido a cien años.
La acusación será investigada por el fiscal Juan Pablo Zoni, tras recaer en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N.º 4, a cargo de Ariel Lijo.
La denuncia impulsada por Martínez explica que cuando solo haya transcurrido el 13 % del plazo, los acreedores habrán recuperado todo el capital invertido y «pasarán el 87 % del tiempo acordado recibiendo una renta perpetua que al final sumará 12 veces y media el importe originalmente invertido».