El gradualismo, formado por gradus (paso, peldaño, escalón), -alis (relativo a) y -ismo (actividad, pensamiento, doctrina), es cualquier actividad en la cual el cambio ocurre, o debe ocurrir, en forma de pasos graduales.
Partiendo del uniformismo metodológico, que prohíbe la recurrencia a ninguna fuerza o fenómeno que no puede ser observado en el presente, Darwin teorizó que el proceso evolutivo debe ocurrir gradualmente y no por medio de saltaciones: por un lado, las saltaciones no se observan en el presente; por otro, las desviaciones extremas de la variación fenotípica usual serían probablemente eliminadas por selección natural.
El gradualismo filogenético ha sido acusado de funcionar bien para los cambios intrapoblacionales, pero no para los grandes saltos evolutivos.
En este contexto se sitúa la teoría del equilibrio puntuado de Stephen Jay Gould y Niles Eldredge.
[1] En filosofía, Lorenzo Peña ha hablado del cumulativismo como caso especial de gradualismo contradictorial.