Fue exiliado durante veintiséis años por la dictadura de Alfredo Stroessner, aun así, no abandonó el compromiso cultural con su país.
Luego de seis meses obtuvo su libertad y fue enviado en calidad de desterrado a varias poblaciones del interior del país, como Paraguarí, Ybycuí, Villarrica y finalmente a Ybytymí.
Entonces, fue demorado e internado en la cárcel pública de Asunción casi dos años y obtuvo su libertad recién a principios del año 1949.
A cambio, la misma institución educativa le brindó asistencia científica para realizar sus investigaciones acerca del idioma guaraní.
La mayor parte de sus publicaciones corresponden al período entre dicho año y el 2010.
[3] Realizó también ediciones antológicas dedicadas a conocidos representantes de la poesía popular paraguaya e internacional, como Carlos Miguel Jiménez, Antonio Ortiz Mayans y Emiliano R. Fernández.
[10] "En cuanto a la gráfica moderna, su principal acierto consiste en su sencillez y la exactitud con que se representan los sonidos del guaraní".