Félix Máximo López

Ambrosio empezaría colaborando con su padre como organista en la Real Capilla y Miguel estudiando en el Colegio de Niños Cantores.

De sus siete hijos solo sobrevivieron tres, Ambrosio, Miguel y María; el primero pagó en 1820 el famoso retrato que hizo Vicente López.

Al ser nombrado el primer organista, José Lidón, maestro de la Real Capilla y rector del Real Colegio de Niños Cantores, Félix Máximo López fue elegido para sustituirlo como primer organista en 1805.

Hábil improvisador, ideó diversos poemas, para los cuales más tarde componía la música.

Citemos como obras destacadas, también, una Sonata pastoral y Ocho duetos para dos violines, obras publicadas en 1794, aunque su producción profana y religiosa fue muy extensa, muchas de ellas con las partituras dañadas o extraviadas: lamentaciones, tonadillas, pasillos para el domingo de ramos, villancicos a dos y tres voces con órgano, villancicos jocosos y místicos (1795); salmos, himno religiosos, sonata pastoral (1796), misas, motetes, etc.