[c] El nieto de Étienne Baignol eligió la antigua casa de los jesuitas, y en 1858 formó sociedad con Modesto Lusonáriz, Pedro Bolla y Faustino Echevarría.
En 1878 se disolvería dicha sociedad, subastando sus bienes, que adquirió de Eustaqui Irureta.
En 1880 se vendió la maquinaria, herramientas y restos de porcelana a Ramón Llanos y Pedro Fussade, que pusieron de nuevo en marcha el complejo fabril.
El litigio entre la sociedad francesa y la guipuzcoana concluyó al año siguiente con la retirada de los Baignol.
Se ha destacado su taller de doradores, con artistas como el francés Edmon Corbin.