Evaluación

La evaluación es un proceso que se utiliza para determinar, de manera sistemática, el mérito, el valor y el significado de un trabajo o capacidad, ya sea intelectual o física.

Para lograr este juicio, se explora la manera en que un objeto reúne un conjunto de criterios determinados.

[2]​ El concepto aparece en el siglo xix con el proceso de industrialización[3]​ que se produjo en Estados Unidos.

De acuerdo con la naturaleza de la evaluación como actividad proyectada sobre todos los componentes del proceso didáctico, las decisiones tanto iniciales y/o diagnósticas, como continuo‐formativas y finales, se proyectarán sobre la misma función docente, la metodología, los recursos y las circunstancias contextuales.

[8]​ En relación con la tipología en función de los agentes, la autoevaluación se produce cuando el sujeto evalúa sus propias actuaciones.

Se refiere a la evaluación que realiza el estudiante sobre sus propias actuaciones.

[10]​ La coevaluación como evaluación mutua o conjunta de una actividad realizada entre varios permite valorar las deficiencias o dificultades surgidas mejorando el propio aprendizaje y evaluar todo cuanto ocurre en el grupo.

La misma tiene la capacidad de determinar si se produjo o no el aprendizaje.

[13]​ Esto se explica por las formas de evaluar que han sido y aún son hegemónicas, devenidas de la racionalidad técnica e instrumental -que enfatiza sobre aspectos empíricos, objetivos y cuantitativos-, donde se prioriza la acreditación y, como resultado, una calificación es determinante del éxito o fracaso escolar.

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