Examen (evaluación estudiantil)

La evaluación ofrece una oportunidad real de demostrar lo que los sujetos saben y cómo lo saben, pues el profesor podrá detectar los conocimientos adquiridos.

Puede componerse de varias preguntas, cuestiones, ejercicios o tareas a realizar que tienen asignados unos valores en puntos.

Un ejemplo de una prueba formal sería un examen final administrado por un profesor en un aula.

La calificación de la prueba puede ser interpretada en relación con una norma o criterio.

La norma puede ser establecida independientemente o por análisis estadístico de varios individuos.

Nuestra referencia o guía en el caso del proceso de enseñanza aprendizaje son las metas y los objetivos previstos en cada curso.

La evaluación está vinculada técnicamente al proceso de enseñanza aprendizaje, por lo que no se puede desvincular los actores del mismo.

Todo docente tiene un constructo mental relativo a la imagen de un “estudiante modelo”.

Este es un proceso muy problemático, y se requiere de mucha práctica para lograrlo.

Estas preguntas se usan casi siempre para evaluar el conocimiento basado en hechos.

Las preguntas abiertas no son difíciles de escribir para el autor del examen, pero evaluarlas sí lo es.

Por ejemplo, si el objetivo del examen es determinar la capacidad del evaluado de utilizar sus conocimientos o aplicar procedimientos (como suele ocurrir en exámenes de matemáticas) se puede permitir el libre uso apuntes y libros de texto, aumentando a cambio su dificultad.

En el ámbito universitario, se aprueba con 4 o 6 (dependiendo si es de carácter cuatrimestral o anual, respectivamente), pero para promocionar la asignatura (es decir, aprobarla sin tener que rendir un examen final) se necesita tener un 7 en la cursada (a partir del promedio de los exámenes, no instancias de recuperación, y el rendimiento durante las clases).

Aunque generalmente, se requiere tener en todas las instancias calificaciones de 6 o más puntos.

En educación secundaria y superior, a los alumnos que obtengan una calificación de 10 en una asignatura o módulo se les otorga una mención honorífica y a los alumnos que obtienen una calificación global final superior a 9 se les puede conceder una matrícula de honor.

Estos puntajes se darán de la forma: En Paraguay las calificaciones son del 1 al 5.

Si en la primera etapa se obtiene un 5 y en la segunda un 1 (si es en un colegio que se divide en 2 semestres) el alumno queda aplazado debido a que un alumno no puede sacar un 1 en la última etapa.

El término metaevaluación data de los años 1960 y fue acuñado por Michael Scriven.

En este sentido, la evaluación se convierte en el objeto de estudio del metaevaluador (Stufflebeam, 1981; Scriven, 1967, 1991[3]​).

En este contexto, la metaevaluación funciona como la garantía de la calidad de la evaluación (Santos, 1998) y puede llevarse a cabo paralelamente a la evaluación, aunque también puede realizarse una vez finalizada ésta (Santos, 2000).

Alumnos segovianos de bachillerato realizando un examen en el IES Andrés Laguna
Alumnos segovianos de bachillerato realizando un examen en el IES Andrés Laguna
Estudiantes haciendo un examen en la Universidad de Viena .
Típica chuleta durante un examen.