Objetivos de aprendizaje del estudiante
[2] Estas metas de aprendizaje deben concretarse para cada tarea o actividad (a nivel específico) así como para todo el curso (a nivel general), y deben quedar registrados en la programación de aula del docente.[3] La importancia de este elemento del currículo reside en que estos se relacionan con el resto de los elementos que constituyen la planificación docente, ya que, una vez establecidos, el docente podrá concretar la metodología, las actividades realizadas en cada sesión, los recursos y materiales y el sistema evaluativo, para llevar a cabo un relato didáctico lógico y adecuado al contexto y las demandas sociales en el que se establece el proceso de enseñanza-aprendizaje.Un curso típico tendrá entre cuatro y cinco objetivos que se centran en las diversas actividades de aprendizaje.[8] Los diferentes elementos que conforman el proceso de enseñanza-aprendizaje están en continua interacción.[1] El docente propiciará un aprendizaje significativo si escoge una metodología y/o actividades de formación evitando clases magistrales.[1] Por último, el docente debe tener muy claros los objetivos, ya que a raíz de estos surgen los criterios de evaluación, imprescindibles para llevar a cabo un proceso evaluativo acorde y adecuado.[1] En primer lugar, tienen que estar creados para el estudiante y adaptados a su nivel.[9] Se recomienda realizar las siguientes reflexiones a la hora de redactar los objetivos.Discernir de esta manera lo importante que debería memorizar e interiorizar.[12] Esta iniciativa busca establecer estándares educativos que sean aplicables para todos los estados, así como garantizar que los estudiantes que se gradúan de la escuela secundaria estén preparados para ingresar en cursos con créditos, en programas universitarios de dos a cuatro años, o bien para la inserción al mercado laboral.[1] Los criterios de evaluación nos están indicando si se ha logrado el aprendizaje expresado en los objetivos.