Algunos de los equipos más importantes del continente europeo, como Italia, Alemania Federal o Inglaterra, no asistieron al evento.
[1] Esto no fue impedimento para iniciar la Copa, puesto que finalmente se reunieron las diecisiete selecciones, una más de las dieciséis necesarias.
Estas se enfrentaron en eliminatorias de ida y vuelta hasta las semifinales.
Aun así, las estrellas del partido fueron Raymond Kopa y Just Fontaine.
Los soviéticos contaban con el portero Lev Yashin, un auténtico muro en la portería, que contuvo gran parte del ataque yugoslavo.