Eugenia Ginzburg

Tras llegar a ser miembro del Partido Comunista, Ginzburg continuó su exitosa carrera como profesora y periodista.

[2]​ Desde el momento en que fue arrestada, negó las acusaciones y jamás reconoció haber participado en ninguna organización contrarrevolucionaria trotskista.

Ella llegó a escribir en una carta al Presidente del Presidium del Sóviet Supremo de la Unión Soviética que todo su proceso judicial "duró siete minutos" incluyendo su interrogatorio y la lectura de la sentencia.

El doctor Antón Walter fue quien posiblemente le salvó la vida al recomendarla para un puesto en enfermería.

En febrero de 1949, Ginzburg fue puesta en libertad, pero tuvo que permanecer desterrada en Magadán durante 5 años más.

Tras su regreso a Moscú trabajó como periodista y continuó redactando sus memorias llamadas "Krutói marshrut" (Крутой маршрут - Duro viaje), obra publicada en castellano bajo el título de El vértigo.