Trabajó como cerrajero hasta que se dedicó completemente al mundo del ciclismo.
[1] El 1906, corrió su primer Tour, donde acabó noveno detrás de René Pottier.
Christophe ganó tres etapas consecutivas en las que utilizó este método (incluyendo la escapada en solitario exitosa más larga del Tour de 315 kilómetros a Grenoble).
Como resultado de esta edición, en 1913 la carrera decidió elegir el campeón en base al mejor tiempo total.
Iba en la parte delantera en el tramo entre París a Cherburgo y quería afrontar los Pirineos de forma prudente.
La jornada presentaba una sucesión de durísimos puertos: Oschquis, Aubisque, Soulor, Gourette, Tourmalet, Aspin y Peyresourde.
Saltó en Barèges, al pie del Tourmalet, el paso más alto de los Pirineos.
Sin embargo, no era peligroso porque había perdido mucho tiempo antes; los dos estaban cinco minutos por delante del resto.
Llenando sus bolsillos con pan, Christophe se puso en marcha para afrontar los dos puertos que le quedaban y finalmente terminó el Tour en séptimo lugar.
No las volvió a ver otra vez hasta que un hombre moribundo se las legó 30 años más tarde.
[6] Algunos informes dicen que Christophe rompió sus horquillas porque corría detrás de un coche en descenso.
Poco después, Christophe se alistó como soldado cuando Francia declaró la guerra a Alemania en 1914.
Christophe montaba con un suéter gris de La Sportive cuando, mientras corría, Desgrange le dio el primer maillot jaune.
Su premio -13.310 francos- provino de una suscripción abierta por L'Équipe, el periódico que organizó la carrera.
Se ocuparon 20 páginas del diario para nombrar a todos los donantes.
Llevaba la bicicleta en el hombro y la rueda delantera en la mano a la forja.
Allí, vestido con ropa de carrera, volvió a reparar las horquillas como lo había hecho en otras ocasiones.
Se les unió la señora Despiau, la primera mujer que Christope encontró al entrar en la aldea.
La placa permaneció allí hasta 2003, cuando fue reemplazada para conmemorar el centenario del Tour.
En 1965, Radio Luxemburgo organizó una fiesta para conmemorar el 80 cumpleaños de Christophe.
Cuando Christophe llegó al estudio, había un centenar de seguidores fanáticos del ciclismo, entre ellos el excampeón mundial, Georges Speicher.
La nieve fundida en medio de la carretera hacía la carrera muy dura y luchábamos demasiado contra un viento glacial.
Lo superé sin demasiados problemas porque parecía no estarlo pasando con el frío mejor que yo.
Encontré a Van Hauwaert en la salida del túnel con su bicicleta en la mano y una capa en la espalda.
Solo tenía un pensamiento: llegar a San Remo primero y no darle importancia al dolor que sentía...
Únicamente tres corredores acabaron esa edición y el resultado es todavía incierto, porque algunos informes dicen que Van Hauwaert acabó cuarto y otros que quedó descalificado por hacer parte del recorrido en coche.