Una estatua sollozante es una escultura que, según testimonios, derrama lágrimas, hecho generalmente considerado como un fenómeno paranormal o, en la religión, como un acontecimiento divino o milagroso.A menudo las lágrimas consisten o tienen la apariencia de otras sustancias líquidas, como sangre o aceite, desprendiendo en algunas ocasiones un aroma agradable, frecuentemente olor a rosas.[4] Este fenómeno también ha sido rechazado por los racionalistas como un acontecimiento puramente psicológico y/o fraudulento.[14] A continuación se muestran varios casos de estatuas sollozantes.No obstante, en la Iglesia ortodoxa algunos casos como el del icono de San Miguel en Rodas son considerados milagrosos.El fenómeno se dio durante una epidemia de peste bubónica que azotó la isla en 1648.