En 1843 Baldomero Espartero abandonó Madrid con el objetivo de sofocar las rebeliones que se producían contra su gobierno.[3][4][5] Durante el establecimiento de su corte en la ciudad, el regente se hospedó en la casa Alfaro, en la calle Feria,[6] donde nació el marqués de Molins, Mariano Roca de Togores, quien, sin embargo, fue contrario a su regencia.El regente fue acusado de «indecisión mortal e irresolución»[8] y vio como un escuadrón de su comitiva se pasó al bando sublevado.El diario Fray Gerundio señaló que «ahora España tiene un gobierno a caballo en Albacete».[4] Espartero vivió en Albacete sus últimos días como regente antes de marcharse al exilio.
Las tropas de Espartero apenas tuvieron que intervenir en Albacete y sufrieron algunas bajas que se trasladaron al bando sublevado. En el
castillo de Chinchilla
sofocaron un enclave insurrecto.