Espionaje nuclear

Durante el proyecto Manhattan, el esfuerzo colaborativo llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial por los Estados Unidos, el Reino Unido, y Canadá para crear las primeras bombas atómicas, hubo numerosos casos de espionaje nuclear en los cuales científicos o técnicos que trabajaban en el proyecto pasaron información sobre el desarrollo de las bombas y su diseño a la Unión Soviética.

A menudo estas personas son denominadas espías atómicos, y su trabajo se extendió durante los comienzos de la Guerra Fría.

Entre los más prominentes se encuentran: Si la información obtenida mediante el espionaje ayudó de forma significativa a acelerar el proyecto de la bomba atómica soviética también es un tema que se sigue discutiendo.

Estudios posteriores han mostrado también que el factor decisivo en el desarrollo soviético inicial no fueron los problemas en el diseño armamentístico, sino, como en el Proyecto Manhattan, la dificultad para conseguir materiales fisibles, especialmente debido a que la Unión Soviética no disponía de yacimientos conocidos de uranio cuando comenzó su programa (a diferencia de los Estados Unidos).

Existe un debate acerca de si Vanunu estaba verdaderamente involucrado en espionaje: Vanunu y sus seguidores afirman que debería ser considerado un "wistleblower" o alertador, esto es, alguien que da a conocer un hecho secreto ilegal.

No se efectuaron otras detenciones relacionadas con el robo de diseños nucleares.

Dibujo de un diseño de arma nuclear de implosión realizado por David Greenglass , que ilustra la información que supuestamente dio a los Rosenberg para que a su vez pasaran a la Unión Soviética.
Se considera que Klaus Fuchs fue el más valioso de los espías atómicos durante el proyecto Manhattan .
Diseño de la cabeza nuclear W88, una variante miniaturizada del diseño Teller-Ulam , supuestamente robado por agentes de la República Popular China.