Entre ellos, algunos se especializan en áreas concretas como medicina, desobstrucción, comunicaciones o espeleobuceo.
[4] Los rescates en cavidad son muy pocos, comparados con los que se efectúan en la superficie (accidentes de montaña, por ejemplo).
[8] Los grupos de espeleosocorro se organizan en estructuras diversas, generalmente a nivel provincial o regional, según el carácter heterogéneo de los espeleólogos voluntarios que los conforman.
En algunos países como Francia[9] o el Reino Unido[10] existen asimismo estructuras estatales que aglutinan las anteriores, e incluso la Unión Internacional de Espeleología cuenta con una Comisión de Espeleosocorro.
Es habitual la colaboración entre grupos vecinos, tanto en formación y entrenamiento (cursos,[12] simulacros[13]), como en rescates reales.
[17] Los primeros pasos para la organización formal del rescate en cavidades tuvieron lugar en los años 60: en 1962 se celebró en Bruselas el I Congreso de Espeleosocorro.