Espejo mágico chino

Como resultado, las imperfecciones en la superficie del espejo coincidían con el patrón dorsal, aunque eran demasiado minúsculas para ser vistas.Aunque terminó perdiéndose, Shen Kuo (1031-1095), que poseía tres como reliquia familiar, los describió en su Ensayo del tesoro de los sueños.Es por esto que Japón considera como uno de los tres grandes tesoros imperiales a un espejo sagrado llamado Yata-no-Kagami.[2]​ Hoy se dice que Yamamoto Akihisa es el último fabricante de espejos mágicos en Japón.Nadie había visto algo parecido y por más que registraron su comportamiento nunca pudieron entenderlo del todo.Los ingleses les llamaron “espejos diáfanos” y por primera vez hicieron observaciones técnicas relativas a su construcción.[6]​ Más tarde, en noviembre de 2005, el físico Michael Berry realizó un trabajo sobre este tema y publicó un artículo que describe la óptica adjuntando algunas fotos.
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