[2] Físicamente, el espasmo mioclónico es similar al "sobresalto" que sufre una persona sorprendida.
A menudo va precedido por una sensación de caída.
[3] Se ha observado que está asociado con un pulso y respiración aceleradas, sudoración e incluso «una rara sensación de 'shock' o 'caer en la nada'».
A medida que se produce la parálisis del sueño, el núcleo obtiene el control del sistema y el restante de «energía diurna estalla en movimientos que parecen ser aleatorios».
Los espasmos mioclónicos son el «último intento de control por parte del sistema motriz diurno».