La escuela de Resina (o República de Portici, según la irónica definición de Domenico Morelli) es una corriente pictórica italiana desarrollada sobre el tema del realismo y afín a la corriente de los macchiaioli.Se trasladó a las habitaciones del Palacio Real de Portici,[1] y se unieron a él Marco De Gregorio, Federico Rossano, y Adriano Cecioni, así como Alceste Campriani, Antonino Leto, Filippo Palizzi, Giovanni Ponticelli, Giovanni Fattori y otros.En los años en Portici De Nittis ejecutó una serie de paisajes inmersos en una luz clara y tersa, el mismo estilo que encontramos en las obras de Marco De Gregorio, más orientadas sin embargo hacia la representación del paisaje urbano.La escuela de Resina —que era una reacción al ambiente artístico partenopeo, dominado por Filippo Palizzi y Domenico Morelli— pretendía abolir el dibujo preparatorio, representar subjetivamente las impresiones que sugiere la observación de la naturaleza y realizar una pintura esencialmente tonal.Según Diego Martelli «[Cecioni] se asoció con Marco De Gregorio, Giuseppe De Nittis y Federico Rossano, y constituyó con ellos un grupo de radicales en el arte, que no reconociendo ninguna autoridad, despreciando todo lo que podría proporcionar su bienestar, se deleitaron en las íntimas satisfacciones que proporciona a los verdaderos artistas, en comunión de ideas, la observación atenta de la naturaleza y la ensoñación cotidiana y continua sobre todos los efectos y sobre todas las formas de la sucesión continua de las imágenes de la vida.»