Ladrillo, piedra, cerámica vidriada, hierro, madera y todo un elenco formal de original dibujo son los materiales empleados en la fachada.
Sobre la entrada, una inscripción en letra «gótica» recuerda que la Escuela se hizo «reinando Alfonso XII».
Hay además otros dos accesos de curiosísima traza, cuyo tamaño y proporción contrastan con la entrada principal.
En todo el edificio se mantiene esta doble proporción, por ejemplo en las amplias cajas de escaleras principales, en las espaciosas aulas y talleres, en los pequeños patios que iluminan, a través de arcos lobulados, unos pasillos largos y de techo bajo.
En el costado sur se conserva un magnífico invernadero, en hierro y vidrio, de formas góticas.