Los frailes franciscanos son un ejemplo de estas órdenes religiosas en la Nueva España, que llegaron a México y profesaban gran devoción a la Virgen María, y los pueblos indígenas quedaron congregados alrededor de ellos.
Con esto en mente, pudo entender cómo influían sobre la mentalidad local, al solicitar al rey español en turno el diseño de un escudo propio que los identificara como ciudad.
[10] Este escudo se caracterizaba por tener nueve pencas de nopal en vez de las tradicionales diez que tenía el diseño original, y representaba además a los leones con una lengua.
[5] Con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en el 2000, se le agrega al escudo una estilización de la primera hoja del Códice Mendocino, y se representa con colores ocre, verde y negro sobre fondo blanco.
Esta forma del escudo no fue bien aceptada y se dejó como un logotipo de la administración 2000–2006.
Es interesante el hecho de que desde el año 2000 las administraciones del Distrito Federal han agregado una especie de sello, llamado oficialmente complemento, usada en papelería y documentación no oficial (en la publicidad, por ejemplo).
Por ejemplo, algunas ciudades del Distrito Federal, más antiguas incluso que la propia Ciudad de México, algunas de ellas hoy denominadas oficialmente delegaciones políticas, como Coyoacán, Azcapotzalco, la Villa de Guadalupe, Tlalpan o Xochimilco, en varias ocasiones se han opuesto a su uso, ya que lo consideraron una imposición centralista, y fue éste uno de los motivos por los que la administración porfirista abandonó su uso oficial.
Así, durante la administración de Andrés Manuel López Obrador se intentó cambiarlo por un escudo basado en la segunda foja del códice Mendocino.