Ernesto Guevara Lynch

Ernesto Rafael Guevara pertenecía a la clase alta argentina en la que su bisabuelo, Patricio Julián Lynch y Roo, había sido considerado el hombre más rico de Sudamérica.

La propiedad fue bautizada con el nombre de La Misionera y su explotación llevó a instalar luego un molino yerbatero en Rosario.

Sin embargo, estos negocios no permitieron a la familia prosperar lo suficiente por lo que resolvieron la venta del yerbatal, en los años cuarenta, para instalar una inmobiliaria y comprar casa en Buenos Aires.

En Córdoba, Ernesto padre instaló con un socio una empresa de construcción civil que quebró en 1947.

En 1948, recibió otra importante herencia tras la muerte de su madre, Ana Isabel Lynch Ortiz.