Externamente llama la atención el amplio porche que fue añadido en 1918 a la construcción inicial.
Como remate, la ermita cuenta con una pequeña espadaña para una sola campana.
[4] Por su parte en el interior sigue la austeridad y sencillez externas, presentando una bella sobriedad.
También presenta coro alto en la parte de los pies, y los laterales del crucero, a pesar de ser cortos, son empleados como sacristía y sala para los exvotos.
Respecto al altar presenta un cuadro con la imagen del santo titular, san Cristóbal.